El afán del oficialismo por acrecentar su bancada de diputados, va a contrapelo del zeitgeist que catapultó a Jimmy Morales a la Presidencia.
Esta semana se retrocedió considerablemente en los pocos avances que se habían logrado en el Congreso de la República. Las reformas aprobadas a la Ley Orgánica del Congreso que erradican el nepotismo en la contratación de personal, evitan el empantanamiento durante interpelaciones y combaten el transfuguismo, fueron puestas en peligro por la postura del partido oficial Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación) de salir a pescar diputados para su bancada.
El argumento esgrimido por FCN-Nación para integrar más legisladores es entendible desde la perspectiva de la política real: si no lo hacen, carecerán de peso para incidir en las decisiones del Congreso. Recordemos que el número original de sus diputados era de 12, a todas luces insuficiente para incidir en la agenda de una asamblea de 158 integrantes.
Por otra parte, se antoja razonable que traten de aumentar su incidencia luego de ser excluidos de una Junta Directiva que pretendía ser plural y de no haber logrado una sola presidencia de las 52 comisiones del Legislativo.
Lo malo es que esa decisión de crecer por la vía de sonsacar personal a otros partidos, viene en un momento de nuestra historia política en el que se asocia al transfuguismo con la corrupción y la sociedad ha expresado públicamente el deseo de combatirlo. Además, envenena un clima que tendía a mejorar, luego de haberse aprobado reformas que iban a fortalecer la estabilidad partidaria y el desempeño del Congreso. Es decir, las acciones de FCN-Nación para contrarrestar su irrelevancia en el pleno van a contracorriente del zeitgeist que catapultó a Jimmy Morales a la Presidencia de la República.
El crecimiento de la bancada de FCN-Nación por la vía de desintegrar a las otras y las actuaciones de este partido luego de las reformas a la Ley Orgánica del Congreso, pueden entrampar la agenda de reformas que recién se inicia. Hernández, Ovalle y Maldonado no se perfilan como el tipo de líderes que desean promover una transformación del sistema político. Y Ovalle, en particular, con una trayectoria militar pendiente de ser sometida a juicio penal por el caso de las fosas comunes encontradas en la antigua base militar de Cobán, no es alguien que pueda estar interesado en promover la capacidad investigativa y persecutoria del Ministerio Público ni en promover la independencia judicial.
Por otra parte, los primeros fichajes de FCN-Nación tampoco dan base para pensar que con su concurso la bancada oficial propiciará una agenda legislativa transformadora y, mucho menos, una acción fiscalizadora y de exigencia de rendición de cuentas a los funcionarios. Para muestra, veamos tres casos entre quienes recién se sumaron al oficialismo. El primero, el de Juan Manuel Giordano, que durante la anterior legislatura fue electo por Compromiso, Renovación y Orden (CREO), se trasladó a Unión del Cambio Nacional (UCN) y en vísperas de las elecciones se sumó a Libertad Democrática Renovada (Lider), partido con el que fue reelecto y del cual desertó para formar la bancada Progresista (PRO), de la cual emigró a FCN. El segundo ejemplo es el de Julio Antonio Juárez Ramírez, exalcalde de Santo Tomás La Unión, quien figura en las investigaciones del Ministerio Público para esclarecer el asesinato de Danilo López, corresponsal de Prensa Libre en Suchitepéquez, denunciado por este semanario. El tercer caso es el de Julián Tesucún Tesucún, exalcalde de San José, Petén, y vinculado a los hermanos Mendoza. Durante su período como alcalde, las constructoras de los Mendoza fueron los contratistas exclusivos de esa municipalidad. A tal grado es estrecha la relación de Tesucún con ese clan, que bautizó al estadio del caserío San Pedro con el nombre de Milton Eduardo Mendoza Matta (ver “El rey Tesucún”, en Plaza Pública).
Estos solo son tres casos del grupo de impresentables que lograron colarse al actual Congreso y a quienes, según lo dicho por Javier Hernández, se recibe con los brazos abiertos.
Así las cosas, si la bancada del FCN sigue creciendo de esa manera y con esos fichajes, no nos extrañe que el Congreso vuelva a descarrilarse muy pronto.