El dilema de las enfermedades gastrointestinales focalizadas en zona 15 y extendidas a zonas cercanas mantiene a la vecinos en alerta. La percepción general es que el agua fue la fuente de contagio, pero los estudios oficiales dicen lo contrario.

Pozo de la Empresa Municipal de Agua en el Bulevar Vista Hermosa, zona 15. (Foto: Archivo CP)

El pánico en la ciudad por enfermedades del estómago, dolores abdominales, diarrea, náuseas y vómitos, aún gira en torno al agua potable, a pesar de que autoridades y especialistas lo han descartado.

Los vecinos aún realizan estudios, los cuales muestran que el agua está contaminada con heces. Pero tanto la Empresa Municipal de Agua (Empagua) como el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) lo niegan:  sus exámenes dicen que el agua está limpia.

A escena el norovirus

El MSPAS contó 64 personas que se atendieron en dos hospitales privados (uno en zona 15 y otro en un área colindante) por enfermedades gastrointestinales entre el 1 y el 5 de febrero. No hubo reportes de casos similares en hospitales públicos ni nuevos afectados reportados por los primeros nosocomios, después de la primera semana del mes corriente.

Édgar Arana, portavoz del ministerio, indicó que los centros hospitalarios no informaron de los brotes de enfermedades y fue hasta que la prensa comunicó el hecho que pudieron iniciar las acciones de prevención y análisis del problema.

Édgar Belteton, presidente de la Asociación Pediátrica Guatemalteca y del Tribunal de Médicos y Cirujanos de Guatemala, comentó –en un video grabado por la Municipalidad de Guatemala y publicado en Youtube– que es difícil que el agua potable esté contaminada y en cambio consideró que el brote de enfermedades puede deberse al contagio de norovirus o sapovirus, causado por falta de higiene personal.

La doctora Judith García, epidemióloga del MPSAS, indicó que pudieron identificar "seis muestras de coprocultivos para hacer la identificación y en 100 por ciento salió que el virus es un brote de gastroenteritis, el cual se llama norovirus".

El norovirus, según el exviceministro de Salud, Juan Antonio Villeda, se puede contagiar por "falta de higiene personal, cuando las personas van al sanitario, defecan y no se lavan las manos. Se transmiten las heces y más tarde al hacer alimentos o llevarse la mano a la boca se produce la infección". Aunque Villeda también afirma que "también se puede adquirir norovirus por beber agua contaminada".

En el Sanatorio del Pilar o en clínicas como la Parroquial de la Villa de Guadalupe en los últimos 15 días detectaron aumento de casos similares de pacientes con dolores estomacales, vómitos, náuseas, fiebre y diarrea, pero ya descartaron que sean casos de fiebre tifoidea, como se creyó en su momento (una nota de un diario alertó sobre dicha epidemia, pero según Arana correspondía a diferentes pruebas, en diferentes días y zonas). En cambio en ciertos exámenes de laboratorio a pacientes encontraron hongos en el intestino y amebas, lo cual puede propiciarse por ingerir alimentos contaminados o falta de higiene personal (lavarse las manos antes y después de ir al baño, cambiar toallas sucias por limpias constantemente y usar jabones líquidos de preferencia).

Howard Lodd, vecino de Vista Hermosa 2 en zona 15, contó a ContraPoder que junto a su hijo de seis años, el 2 de febrero enfermó de diarrea y vómitos y tras atenderse en la emergencia en El Pilar ese día, tuvo recaídas el 5 y 6 de febrero y su hijo empeoró el día 10. Sus exámenes han salido negativos al adenovirus y rotavirus, pero su hijo se infectó posteriormente de clostridium difficile y están a la espera de poder atenderlo.

También dijo que su esposa tuvo síntomas similares (náusea y diarrea) y que en su condominio, donde calcula que viven 24 personas, 16 de estas presentaron un cuadro clínico similar. Conoce a más personas en el área con síntomas parecidos.

Marcia Vargas, otra vecina de Vista Hermosa 2, mencionó que su madre había estado también enferma, pese a no vivir  en el sector. Y contó que a su esposo no le había pasado nada, pero que sus dos hijas y a ella misma habían tenido diarrea con dolor abdominal sin fiebre. Una de ellas llegó a tener vómitos. Esta vecina considera que el agua es el elemento que provoca el contagio.

Algunos enfermos consultados para esta edición confirmaron que habían consumido agua directa del chorro de los grifos de sus casas o en hogares de familiares. Pese a que el agua esté limpia y sea potable para lavar platos, bañarse o lavarse los dientes, las autoridades sanitarias recomiendan beber agua que sea filtrada, purificada o hervida.

Sin embargo, la calidad del agua potable es aún punto de discusión.

Pozo de Empagua, en zona 15. (Foto: Archivo CP)

El Agua de la discordia

Si el agua está contaminada o no, es aún misterio. La versión oficial indica que no, pero las pruebas independientes realizadas por vecinos en laboratorios privados exhiben que el agua está contaminada con heces.

Los primeros exámenes –del 5 de febrero, efectuados por el área de Supervisión de Saneamiento Ambiental de la Dirección de Área de Salud Guatemala Central, del MSPAS– indican que los niveles de cloro residual en el pozo de la Municipalidad (en zona 15) son adecuados y no hay rastros de bacterias.

En cuanto al monitoreo de los pozos H-5 de Empagua, el análisis de cloro residual en el pozo El Maestro, Boulevard Vista H. z.15, determinó niveles  0.72 mg/L y 7.00 de pH. Eso, según la Comisión Guatemalteca de Normas (Coguanor) NGO 29 001 de agua potable, está en el rango de condiciones aceptables.

La confusión se debió a que el sitio soy502.com publicó una nota el 10 de febrero en la cual adjuntó dicho informe, explicaba que la titular de la Defensoría Socio Ambiental de la oficina del Procurador de los Derechos Humanos (PDH), María Isabel Mendoza, afirmaba que el nivel de cloro en los pozos de Empagua eran bajos.

El documento, no obstante, indicaba lo contrario: en el pozo de Empagua los niveles de cloro eran aceptables, pero en un grifo domiciliar de una casa de la colonia El Maestro y en el colegio Valle Verde eran bajos.

Mendoza le explicó a ContraPoder que había confundido un número de niveles de cloro residual en el agua del pozo Municipal de zona 15, por lo que creyó que se encontraba fuera del rango estipulado en la norma. Pero ella no aclaró a la opinión pública su desliz: "No lo hice yo, sino la dirección de Comunicación Social de la PDH". Esta aclaración nunca fue publicada.

Más tarde, el 10 de febrero, una asociación de vecinos de Vista Hermosa mandó a hacer unos estudios al laboratorio Diagnóstico Molecular, S.A.. Los resultados indican que "el agua analizada NO cumple con los requerimientos microbiológicos según la norma NGO 29 001. No es apta para consumo humano".

Asimismo, otro vecino del sector, el biólogo Pablo Mayorga, realizó pruebas en su laboratorio. Dijo que las tomas las había obtenido adentro de su condominio, a dos metros de distancia del contador de agua y en su departamento. Ambas salieron contaminadas.

Mayorga explicó que las pruebas "dieron positivo para coliformes totales (se pone verde) y Escherichia coli (fluorescencia como la ve aquí sobre luz ultravioleta). Los microbiologos le llaman prueba presuntiva porque a veces la fluorescencia puede deberse a otra especie de bacteria. Por eso se tomó otra muestra y se mando al laboratorio especializado que hace pruebas definitivas o confirmatorias, y el resultado coincidió con el mío".

Según el vocero del MSPAS, Arana, "las muestra de agua que los vecinos mandaron a laboratorio son diferentes a las tomas que hicimos al principio. Las nuevas muestras, aún están en proceso en el Laboratorio Nacional de Salud (LNS)".

La Empagua también realizó el 6 de febrero pruebas secundarias (que recibieron el día martes 16) en el laboratorio de la Escuela Regional de Ingeniería Sanitaria (ERIS) de la Universidad de San Carlos (Usac) y estos indicaron que: "Bacteriológicamente el agua es potable según norma Coguanor NTG 29 001", y también, "desde el punto de vista físico químico sanitario (...) se encuentra dentro de los límites máximos aceptables de normalidad".

Agua turbia

El miércoles 10 de febrero, Carla Campo, también vecina de Vista Hermosa 2, subió un video a su cuenta de Facebook que se volvió viral: en cinco horas tenía 12 mil 606 reproducciones. En este mostraba como en casa de sus padres el agua del lavatrastos salía café. Campo le explicó a ContraPoder que sus papás enfermaron de diarrea el fin de semana (del 5 al 7 de febrero) y que se trataron con un médico particular. Dijo que durante la semana previa a que enfermaran, el tono del agua (que proviene directo de la calle) fue amarillenta y con mal olor.

El caso fue reportado ese día al call center de la Municipalidad (teléfono 1551) y en cuestión de unas horas la empresa responsable se hizo presente en el lugar, atendió el caso y subió el siguiente video:

Más tarde, Campo quitó de sus redes sociales su grabación, pues consideró que le provocó más problemas que soluciones (invitaciones de amistad de varias cuentas anónimas y ser señalada por la Municipalidad).

Otra vecina de la colonia Tecún Umán, zona 15 –que pidió no ser mencionada– también se quejó del estado del agua. Dijo que durante el año pasado y lo que va de este ha tenido problemas de cortes constantes, que le llega agua con tierra y otros residuos y que por ello ha tenido que poner filtros a su lavadora o en el inodoro. En su casa, una de sus inquilinas se enfermó de diarrea. A partir de que se enteró de los rumores que señalan al agua potable como la fuente de contagio, hierve todo el líquido que consume.

Esta mujer no es la única que ha prevenido el uso del agua potable. Tanto Howard Lodd, como el biólogo Mayorga lo han hecho: han comprado garrafones de agua embotellada desde entonces.

María José Salas, vocera de Empagua, indicó que el agua de la Municipalidad no está contaminada. “En todo caso tendrían que haber decenas de miles de pruebas confirmadas que lo sustenten”, dijo. La portavoz explicó que "el color beige o amarillento en el agua es frecuente cuando el líquido contiene más minerales como el hierro, que reaccionan así al contacto con el cloro".

Salas niega que la empresa de agua realice cortes injustificados y que, en todo caso, estos se deben a falta de pago de los vecinos. También indicó que, "como siempre se ha hecho, cuando los pozos se encuentran en bajos niveles de agua para rellenarse se interrumpe brevemente el servicio, para que estos se llenen y entonces llegue la presión correcta a las viviendas".

Pozos y chorros

Hasta el momento, las pruebas que han dado positivo a bacterias y el agua con residuos o de color café han sido realizadas en agua que corre dentro de propiedad privada. Tanto en casas que tienen entrada directa de agua potable desde las tuberías de la calle o viviendas y centros de estudios con pozos privados.

Esto, según Salas excede a las vigilancia de la empresa. Sin embargo, manifestó que están en toda disposición de ayudar a la comunidad.

En el colegio Valle Verde, por ejemplo, el primer informe que realizó el LNS evidenció que "enfermaron nueve niños con diarrea y vómitos hasta el 5 de febrero", cuando se llevó a cabo esa investigación.

Gerardo Bianchi, director académico del colegio, le explicó a este medio que considera que el hecho de que los niveles de cloro en las aguas de su colegio estén bajos no significa que el agua esté contaminada. No obstante, Bianchi confirmó que, por precaución, el colegio cortó el suministro de agua de la empresa municipal desde el sábado 6 de febrero.

La misma conclusión tiene Salas. "El hecho de que existan niveles bajos de cloro residual en el agua, no quiere decir que esté contaminada, quiere decir que el cloro cumplió su función, aún así sobrevive del proceso de desinfección y todavía existe", explica.

El director del colegio Valle Verde afirmó que tienen "un plan de mantenimiento tanto del pozo como del depósito de agua; ambos se limpian y se lavan con regularidad, de acuerdo a los estándares de nuestros proveedores. Tres o cuatro veces al año se limpian y se lavan, aprovechando las vacaciones de fin de año y semana santa”.

Bianchi dijo que hasta el lunes 8 de febrero 15 alumnos se habían ausentado y dijo que ningún trabajador o adulto presentó los síntomas. De estos 15, “solo una mamá nos informó que la causa de las molestias de su hijo era por un virus”.

El director académico del colegio Valle Verde comparó la actual alerta sanitaria con los brotes de catarro o gripe recurrentes: “En esas épocas faltan 20 o 25 niños. Yo diría que es normal (las ausencias actuales)”.

“Sé de muchas escuelas, fábricas y negocios en los cuales hay ausencia de adultos con el mismo problema (dolor estomacal, diarrea). La fuente de contagio es muy amplia”, aseguró.

Pese a que han transcurrido casi tres semanas desde que comenzó la crisis, las autoridades aún no tienen una respuesta concreta para explicar de dónde provino el brote de norovirus y afirman que se debe a falta de higiene personal. Esto a pesar de que la fuente de contagio está localizada en un mismo sector de la ciudad y que los exámenes independientes ponen en entredicho la calidad del agua.

Ante tanta confusión, solo queda prevenir y esperar a una conclusión certera de quienes son responsables de velar por la salud de la gente.

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