La mayoría de emprendedores se enfrenta a dos grandes interrogantes durante la etapa inicial de un proyecto. La primera es ¿qué tan importante es la originalidad o la falta de ella en la idea de negocios? Y la segunda, ¿qué negocio debería emprender?
Por Alex Poulias / Acton MBA
Analicemos la primera. El mundo ha visto las mejores ideas fracasar e ideas mediocres o hasta malas triunfar. ¿Cuál es la razón? La probabilidad de éxito depende un 10 por ciento de la idea y un 90 por ciento de su implementación. Emprender no necesariamente supone proponer algo único y nuevo. La clave es diferenciarse de la competencia, sobre todo ante los ojos y la percepción de valor de los clientes.
Google es un ejemplo de ello. La idea no era del todo nueva. La compañía inició en 1998, cuando ya existían Yahoo, Lykos e Infoseek. Nada indicaba que había necesidad de otro motor de búsqueda en Internet. Sin embargo, la tecnología que empleó Google le permitió hacer de una mejor forma lo que ya hacía su competencia. Fue ello lo que rápidamente convirtió a la empresa en una de las más exitosas del mundo.
En cuanto a la segunda interrogante, es importante advertir que no todos los negocios son para todas las personas. El emprendedor debe elegir el que encaje mejor con su forma de ser, contexto, habilidades y gustos.
Esta guía le servirá de ayuda para definir a qué tipo de negocio se debería apuntar:
¿Cuál es la razón para emprender? Es importante identificar las motivaciones, si son económicas o tienen que ver con horarios, pasiones, ilusiones o deseo de autoemplearse. Le recomiendo que escuche a Simon Sinek en www.ted.com/speakers/simon_sinek.
¿Qué talento y/o conocimiento podría aportar? Las áreas que se dominan son a las que más valor puede agregarse.
¿Qué amas hacer? Es importante que el emprendimiento le permita hacer aquello que más disfruta y le apasiona. La felicidad es más importante que el éxito económico.
¿Qué necesidades aún no están siendo satisfechas? El emprendimiento debería resolver un problema o atender una necesidad.
¿De cuánto dinero dispone? Si los recursos son limitados, es mejor considerar emprendimientos que no requieren de mucha inversión. Olvídese de construir hidroeléctricas o edificios.
¿Quién es el cliente? Mientras más valor agregado proporcione su emprendimiento a la vida de los consumidores, más estarán estos dispuestos a pagar por él. Un ejemplo es la industria del transporte. Utilizar bicicleta es más barato que desplazarse en caballo. Pero ir en tren es más rápido y seguro.
El emprendedor nunca tendrá certeza absoluta antes de iniciar un negocio. De hecho, si siempre busca certeza, lo más probable es que nunca emprenda. Es importante llenarse de coraje y tirarse al agua con todo.
* Profesor titular de Raising Money en Acton MBA in Entrepreneurship.