La vida es así, puede cambiar en cuestión de segundos, minutos, horas, un año…A mí me ocurrió en el año que recién terminó y sus frutos los veré en menos de cinco meses, cuando, si todo sale bien, se incorporará a nuestras vidas un nuevo ser.
Hace un trimestre no me la creía, ahora me veo en el espejo y la barriga me confirma que dentro de mi crece un bebé, no sé si niño o niña, en casa ya se discutieron los posibles nombres, aunque el acuerdo definitivo no ha llegado.
Si revisamos nuestros propósitos de hace 365 días, probablemente han variado, otros se mantienen y seguro añadiremos nuevos a la lista porque así nos toca, renovarnos, sacurdirnos, dejar atrás esos pesos que nos impiden avanzar con la velocidad que quisiéramos.
En las carreras diarias dejamos de apreciar momentos, detalles sencillos como un atardecer, una vista a los volcanes, la sonrisa de un niño, las travesuras de nuestras mascotas y solo nos alegramos con lo material. Este podría ser un propósito de año nuevo: valorar más esos presentes que enriquecen el alma y reconfortan para seguir adelante.
Ni qué decir de la amistad, un regalaso de la vida, contar con unos cuantos amigos a quienes quizá no vemos frecuentemente, pero cuando lo hacemos es como si estuviésemos en sintonía y el tiempo se nos hace corto para ponernos al día, reír, recordar, y por qué no, hasta llorar por las emociones.
Disfrutar un buen café, una copita de vino ¡hágalo! mientras puede, yo con casi 5 meses de embarazo me he limitado por la cafeína y el alcohol. Antes los tomaba y no los apreciaba tanto como ahora que salieron de mi dieta.
La familia con todo y las diferencias que puedan existir, de ideas, de conceptos, de formas de pensar y de religión, etc., representa también un espacio para compartir lo bueno y lo malo.
Entre mis propósitos en el nuevo año, creo que está reducir en lo posible el estrés, más con un bebé, deberé estar relax. Además, ahora estudios relacionan el estrés con desarrollo de Alzhéimer.
El ejercicio, nunca tendrá que faltar en nuestra lista, es sinónimo de salud. Con una barriga en crecimiento la caminata ha empezado a ser mi forma de ejercitarme.
Después de haber vivido un 2015 con cambios en lo político, en el despertar de la ciudadanía, no podemos más que anhelar un 2016 con grandes retos en lo personal y como país. A estas alturas ya estaremos con nuevo Presidente, nuevo Congreso y poder local. Por lo pronto un próspero año para todos.