23 de noviembre de 1919. Manuel Estrada Cabrera y sus secretarios de Estado acudieron a la sede de la universidad estatal, que entonces llevaba el nombre del dictador, para clausurar el ciclo lectivo. Después de cantar el Himno Nacional, Olimpia Altuve subió al estrado para defender su tesis. Había escrito sobre la cecropia mexicana, una planta utilizada para tratar la diabetes.

La quetzalteca, de 27 años, recibió ese domingo el título de farmacéutica de manos del presidente y se convirtió en la primera mujer del país y del istmo con grado universitario. “Era un pergamino con letras góticas hecho en Milán (Italia)”,recuerda su sobrina nieta Irene Altuve de Alfaro.
Estrada Cabrera –relata Ana Patricia Borrayo, directora del Instituto Universitario de la Mujer (Iumusuca), en su libro "Mujeres Pioneras"– dedicó a Olimpia “extensas” palabras. La Junta Directiva de la universidad ordenó colocar su retrato en la facultad. Y sus compañeras le adornaron con una corona de laurel. Sin embargo, como en ese tiempo no se reconocían los derechos ciudadanos de las mujeres, no la dejaron utilizar toga.
Olimpia enfrentó tropiezos para egresar de la universidad. El primero y más grande fue lo que, durante su discurso de graduación, ella misma describió como “la falta de costumbre de que la mujer siga una carrera científica o profesional”. Irene lo relata:
“Olimpia y su hermana Blanca se inscribieron en Medicina, pero las bromas de sus compañeros las desesperaron y por eso se pasaron a Farmacia. Blanca se hubiera graduado al mismo tiempo, pero se fue a El Salvador como parte de una brigada de ayuda para atender a enfermos de gripe española”.
El otro tropiezo fueron los terremotos de 1917 y 1919, que destruyeron los laboratorios químicos donde Olimpia hacía las pruebas para sustentar su tesis.
Tras su paso por la universidad, empezó a trabajar en las Farmacias Klee. “Ninguna de mis dos tías abuelas se casó. Creo que los hombres se alejaban de ellas porque eran licenciadas”, cuenta Irene.
La vida de Olimpia dio un giro durante el mandato de Lázaro Chacón, ya que fue nombrada secretaria del consulado de Guatemala en Nueva York. Desempeñó ese cargo hasta que Jorge Ubico llegó al poder.
El 23 de noviembre de 1967, 48 años después de su graduación, la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala otorgó a Olimpia el título de química bióloga. “En el acto, ya pudo vestir la toga. Ese día se celebró, por primera vez, el día de la mujer universitaria”, dice Borrayo.
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