La tolerancia, como instrumento para abordar el tema.
El “movimiento de diversidad sexual”, encuentra sus raíces en la fundación de otro movimiento internacional denominado “movimiento de liberación homosexual”, suscitado en 1991 pero robustecido mediante los “derechos humanos aplicados a los portadores de VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida)”. Llegando a convertirse en un movimiento social, cultural y político integrado por personas que desde diversas ópticas, propugnan por dignificar los derechos humanos aplicándolos a la orientación sexual e identidad de género y tiene como propósito penetrar en todas las esferas sociales, culturales y políticas de la sociedad contemporánea, transformando la estructura tradicional hacia una “sociedad abierta, inclusiva y pluralista en los aspectos sexuales” evitando la visión histórica de la identidad de género y la orientación sexual tradicionalmente aceptadas.
La Iglesia cristiana evangélica se funda en principios y valores emanados de las Sagradas Escrituras, la Biblia. La pastoral cristiana evangélica confronta el desafío de una creciente campaña de difusión y aprobación de los movimientos gay, lésbicos, y otros, pero además de ellos la presión internacional y de las organizaciones pro derechos humanos. No podemos ser homofóbicos sino que debemos cumplir el mandamiento de amar al prójimo, y trabajar para que aquellos que están en pecado encuentren los caminos de Dios.
El creyente debe tener paz en su corazón y trabajar para la conversión de quienes propugnen esa creencia, haciéndoles ver la realidad de la revelación en las Escrituras. Si bien la voz profética del Evangelio debe ser predicada, el creyente y la pastoral deberán tener suma tolerancia y hablar con reverencia para que las personas que viven en esas instancias puedan ser llevadas al conocimiento del Señor.
"No debemos ser homofóbicos sino cumplir el mandamiento de amar al prójimo".
¿Cuál es la realidad que la Iglesia conoce?
a) Que la ciencia no ha podido determinar que la homosexualidad y la elección por la diversidad sexual sea de origen genético (no se ha encontrado un gen humano que sea el promotor de ello).
b) Que la ciencia ha descartado que la homosexualidad sea de origen hormonal. No obstante, se ha descubierto muchas per- sonas, hombres y mujeres por igual, quienes a pesar de tener un elevado nivel hormonal del sexo opuesto, viven de manera concordante con su sexo biológico y no presentan alteraciones o tendencias homosexuales.
c) No obstante, requieren de mentores que les enseñen el estilo de vida homosexual para que se arraiguen a ese; así que debe tenerse cuidado con las personas que son de influencia, los programas televisivos que promueven ese estilo de vida, e incluso los profesionales que de manera abierta indican que la actitud homosexual es algo natural.
De esta tendencia se ha derivado hacia la idea de aprobar legalmente matrimonios del mismo sexo, adopción de niños por homosexuales y lesbianas y legalización del aborto; en este último caso, se ha tratado de determinar cuántas semanas de gestación debe tener una mujer para que sea considerado el ser en su vientre un ser humano real. La Biblia dice en el Salmo 139:16 “Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”.
¿Y el Estado?
Siendo esta situación de orden estrictamente personal, el Estado no tiene papel que jugar. A pesar de las presiones que recibe nacional e internacionalmente, debe rechazar en forma definitiva su participación, con el apoyo incondicional de la Iglesia.
*Fernando Antonio Leal Estévez (lealestevez@gmail.com) es copastor evangélico, empresario y miembro del grupo Ajkem-Tejedores.