Cómo el nombramiento de Platero Trabanino en Inteligencia Civil afecta al presidente entrante.
El viernes por la mañana parecía sólo el motivo de una alerta.
La columna de la activista de derechos humanos Iduvina Hernández en Plaza Pública hacía sonar la alarma. Un militar en retiro, de oscuro pasado y de prácticas recientes cuestionables en términos democráticos, fue nombrado en la Dirección de Inteligencia Civil. La cúpula de esa institución fue súbitamente sustituida por orden del gobierno de Alejandro Maldonado Aguirre.
El domingo, las cosas se ven mucho más serias. La Embajada (así con mayúsculas) parece molesta. Muy molesta, a juzgar por elPeladero de elPeriódico que en algunas ocasiones parece hablar por ella. Esa página de chismes y opiniones políticas incluyó dos veces (quizá inadvertidamente, quizá para asegurarse de enviar el mensaje alto y claro) la misma nota: la misión diplomática está ofuscada por el nombramiento en Inteligencia Civil.
Oscar Platero Trabanino no es un personaje cualquiera. Ex vicepresidente de la Fundación contra el Terrorismo que se parapetó armado en la Dirección de Aduanas cuando fue intentado remover del cargo en tiempos de Oscar Berger y presunto coautor de uno de los listado de proto comunistas (la Fundación produce este tipo de listas cada cierto tiempo como una manera de identificar a sus enemigos) que incluye al actual embajador Todd Robinson, llegó al puesto presuntamente por decisión del gobierno entrante de Jimmy Morales.
Así lo dice la columna en Plaza Pública. Así lo sostiene elPeladero. Y así lo afirman políticos opositores e incluso colaboradores de la ministra de Gobernación Eunice Mendizábal.
La ministra, según cuadros cercanos a ella, sólo ofició la misa –le nombró en el cargo de sub director- a pedido de allegados de Morales.
Para el gobierno de Alejandro Maldonado Aguirre, un jurista conservador que se cuenta entre los magistrados constitucionales que dieron al traste con la sentencia por genocidio contra Efraín Ríos Montt, la decisión tiene costo de imagen pero a mes y medio de su salida le resulta irrelevante.
Para el gobierno entrante de Jimmy Morales en cambio, puede tener un costo mucho mayor.
No sólo la embajada de Estados Unidos, sino incluso la cúpula empresarial, muy dispuesta por estos días a brindarle apoyo a Morales al inicio de su gobierno, ve con desconfianza sus vínculos con militares duros del conflicto armado. Justo lo que representa la Fundación contra el Terrorismo. A algunos empresarios les da miedo que con Morales vuelvan a cobrar poder antiguos jefes militares que ponen en zozobra su seguridad personal y la de sus familias con tal de obtener dinero y cuidar sus negocios en Aduanas y otras dependencias del Estado.
Más de un cuadro del gabinete deseado por Jimmy Morales no ha aceptado ante los temores de que la influencia de esos militares sea real, como parece demostrarlo la llegada de Platero Trabanino a un cargo tan sensible como el de Inteligencia Civil.
Se trata de la institución llamada a recabar información sobre las actividades de quienes son considerados un riesgo en diferentes órdenes para la seguridad del Estado.
Y la noticia del viernes, ya difundida con amplitud para hoy domingo, abona ese miedo.
Por eso, para Jimmy Morales, esta constituye una primera llamada seria de atención. Su presunta cercanía con militares de comportamiento cuestionable está bajo vigilancia. Y le acarrea problemas.